Sin saber muy bien hacia dónde va, ni con quién va, ni por qué va, sin importarle mucho siempre que sea hacia delante, hacia delante, hacia delante, siempre hacia delante. Javier Cercas, "Soldados de Salamina".

RELATO COLECTIVO

Cuando abrió los ojos, el dinosaurio todavía estaba allí: le miraba fijamente  mientras una lágrima -¿de alegría?- le surcaba la mejilla. Por otra parte, aquel rictus...¿era una sonrisa?... El miedo le volvió a invadir en forma de punzada en su estómago, sintió la garganta seca, una extraña laxitud le paralizaba el cuerpo y entonces esperó el ataque de la bestia... pero no ocurrió nada. (Pepe Z.)(el siguiente, que continúe antes de los puntos suspensivos y los deje junto con este paréntesis al final).